top of page

Este mes compartimos café con Juan Carlos López Rodríguez, maestro del CRA “Campos Góticos” en Medina de Rioseco, Valladolid, con 30 años de experiencia a sus espaldas, se sigue considerando un maestro rural enamorado de la educación, con la misma ilusión el lunes que el viernes: Los niños le recargan. Él se considera un atleta de la educación, apasionado del yoga que expresa sus emociones, ríe y llora a partes iguales. En el tú a tú es esa clase de persona que transmite ILUSIÓN por lo que hace.

Juan%20carlos_edited.jpg
  • ​¿Café o té?

Soy de infusión me gusta mucho el mate, de hecho siempre que trabajo voy con mi matera. Soy de mate y de infusión.

  • ¿Qué te propones cuando entras en clase?

Pues, por un lado enseñar mi asignatura, pero también convertirme en la segunda oportunidad de algunos niños, de aquellos niños que en sus casas no tienen lo ideal,  todo el cariño, o los conocimientos sus padres para educarles, yo me quiero convertir en la segunda oportunidad, en un buen acompañante, en un buen ejemplo. Me gustaría convertirme en el maestro que yo no tuve y en el que me gustaría para mis hijos.

  • ¿Qué tiene que tener para ti un buen maestro?

Nadie nos enseña a ser maestros, estoy trabajando en ello en mi último artículo y en mi último libro y el curso que viene voy a dar un curso en Palencia sobre Primeros auxilios pedagógicos.

Para ser un buen maestro yo creo que necesitamos, en primer lugar, ser una persona equilibrada, no podemos ser una persona que me de una rabieta porque lo voy a transmitir a los niños, la rabia la sacaré en otro lado, una persona que tenga un círculo que me pueda desahogar porque en el cole voy a tener momentos malos con los niños, con los padres, con algún compañeros …y entonces necesito hablarlo con alguien con mi madre, con mi padre, con mi pareja.

Luego tengo que ser maestro y tengo que saber cómo se entra en clase y no puedo entrar en clase diciendo “por dónde nos llegamos ayer” no hombre, hay que entrar con alegría, tengo que saber lo qué es una meseta que después de un rato la atención decae, tengo que saber lo que es el sorprendizaje, que para aprender hay que sorprenderse que decía Ramón Barrena, tengo que saber cómo se termina una clase, tengo que ir por los pasillo y saludar a los niños, tengo que saber trabajar en equipo, estar preparado para enseñar mi asignatura y tener una metodología, ahora también algo de nuevas tecnologías, el otro día me decía un padre yo uso el método PACA paciencia y cariño pues el método PACA, nos tienen que gustar los niños, si a un veterinario no le gustan los animales, pues no puede ser veterinario pues si a un maestro no le gustan los niños pues no puede ser maestro, un niño nota si el maestro le quiere o no le quiere, tengo que saber escuchar, tengo que crear un clima adecuado y bajar el nivel de tensión cuando lo haya.

Son muchas las cosas que tiene que tener resumo con una frase de Andrés Majón “son muchas las cualidades que debe tener un buen maestro, y el que las tiene, no está pagado ahora el maestro malo de balde es caro” y desgraciadamente en la profesión se está colando mucha gente que no le gusta.

  • Tus “clases macarras” de inglés se hicieron virales durante el confinamiento y además se televisaron en Castilla y León televisión. ¿Qué te impulsó a compartir tus experiencias?

Obviamente mis niños, es importantísimo el contacto directo sabiendo que están solos en casa… luego se convirtió en un acontecimiento familiar en mi casa, mi hijo me enseñó a cómo mejorarlas con la edición, mi hija empezó a participar y los niños, yo la clase la sacaba a las 9 de la mañana y, a las 9 y 10, ya la habían visto más de 100 niños y tenía contestaciones de ellos y tenía un feedback constante y luego al salir en televisión pues fueron muchos profesores los que tienen un banco de recursos que para mi es muy importante compartir yo no me quiero quedar con lo que tengo, quiero compartirlo. Fue para mí algo muy bonito sigue siéndolo porque lo sigue viendo la gente, lo siguen utilizando incluso en las clases y saber que se puede hacer la clase de otra manera, que se puede ir con entusiasmo.

Tenemos que transmitir cariño a través de las mascarillas y calidez con las palabras, los ojos hablan.

  • Has escrito varios libros, principalmente de agradecimiento ¿Por qué? Háblanos de tus próximos proyectos.

Tengo 22 libros escritos y 3 métodos de inglés y ahora salen “y con este hijo ¿qué hago?” en 2022 y “Una ayuda para la vida” para cómo ser feliz incluso en los momentos difíciles  y luego tengo Crabi, que son unos cuadernillos de entrenamiento para infantil.

Me motiva ahora mismo el que sea útil para las personas, el acariciar el alma de las personas, el dar respuestas, por un lado hacer reflexionar y por otro lado acariciar el alma, a mí me llena de orgullo, no lo voy a negar, cuando me dicen “es que hacemos lo que pone”, mi idea es eso ser útil.

En el último artículo que trata de cuándo la vida pega duro, hubo personas que me preguntaron si me podían llamar y no necesitaban hablar sólo necesitaban llorar.

Yo creo que las personas necesitamos sentirnos escuchados, incluso cuando alguien te dice que le des un consejo, lo que quiere es sentirse escuchado y que le comprendan.

Con los artículos he tenido un proceso, ¿no? antes escribía para desahogarme, luego tuve una época que escribía para la gente, luego pensando en mis hijos dejarles en herencia lo que yo pienso y ahora es un poco por mí, por ser congruente con lo que dijo y escribo.

Ahora mismo estoy trabajando en el libro del buen maestro, también preparando las charlas de primeros auxilios pedagógicos y luego me estoy dedicando un poco a mí ,me gusta mucho el yoga, me encanta la familia, hago de apoyo de la familia, paseo mucho y charlo con la gente.

También me planteo ponerle las cosas fáciles a la gente, ahora está muy de moda el coaching yo soy  Counsellor que es una especie de terapeuta, para padres y maestros, de forma cercana para que lo entienda todo el mundo y buscar soluciones prácticas para los problemas del día a día.

 

  • En tus formaciones podemos decir por experiencia, que se sale con una dosis de energía positiva. ¿Cómo crees que influye la energía positiva en  la vida diaria?

Yo creo que es muy importante, ahora ya no es porque esté de moda la psicología positiva, creo que de las pocas cosas que podemos elegir en la vida es la ACTITUD, las cosas que nos pasan no las elegimos y a todos nos pasan cosas, pero sí elegimos la actitud; la actitud la podemos elegir con una serie de hábitos, Voy a compartir algo que escuché ayer en dos congresos que está habiendo, uno con Tony Robbins, una figura destacada en el desarrollo personal en EE.UU y otro con Enrique Jurado en España, también de desarrollo personal y escuche algo que me encantó y que yo practico , cogiendo la palabra SALVADOR vamos a ir sacando de cada inicial un hábito y cada hábito lo vamos a desarrollar un minuto, con diez minutos al día, si conseguimos estos hábitos, vamos a conseguir una actitud más positiva.

La S de silencio, estar un minuto en silencio sólo un minuto.

La A de anotar, escribe, porque escribir es buenísimo, escribe lo que se te ocurra, cuando estés mal, cuando estés bien, deberíamos enséñaselo a los niños.

La tercera la L de leer, hay que leer y elegir muy bien lo que vas a leer. Cuando me preguntan ¿qué tomas para ser feliz? Decisiones. Tomo decisiones tú; eliges los libros que lees, yo suelo leer de 3 en 3 los libros ahora estoy con Wayne Dyer, otro de Javier Urra de qué le pides a la vida  y otro de educación de cómo enseñar a los que no quieren aprender. Un minuto, con qué leas un minuto... yo cada día leo una página.

La V de visualizar, si vamos a elegir los sueños, piensa en positivo, visualízate que mañana los niños se van a portar genial, que vas a tener un fin de semana fabuloso, cuando te levantes pon un título a tú día. Yo esta mañana he puesto mi título “Hoy va ser un día estupendo” iba a estar con vosotras, y esto me hacía ilusión.

La A de agradecer, que es una de las cosas que yo hago todos los días y en las ponencias lo digo. Levantarte por la mañana y agradecer estamos en un pandemia, pero no estamos en un país de guerra, tenemos una esperanza de vida muy larga, si hubiéramos nacido en otro país a nuestra edad habríamos muerto, tenemos un trabajo, vivimos bajo un techo, hoy vamos a comer… hay muchas cosas por las que hay que agradecer.

La D de deporte aunque sea un minuto de deporte, pues estírate porque en un minuto poco más podemos hacer.

La O de optimismo.

Y la R de recompensa, hay que celebrar, hay que darse una palmadita.

  • ¿Qué opinas de la tendencia actual de parecer siempre felices?

Yo creo que hay dos cosas aquí: Una, yo creo que no hay que parecerlo hay que intentar serlo, son 2 cosas diferentes. En esto nos está haciendo un mucho daño las redes sociales porque parece que la gente es infeliz, pero tiene que parecer y colgar la foto de que es feliz y, de hecho, está alterando muchos estados de ánimo de las personas, de nuestros chavales.

Yo creo que hay que intentar ser feliz y no parecerlo, primero claro hay que definir qué es ser feliz. Para mi ser feliz es estar de acuerdo con tu proyecto de vida, saber que tú tienes un proyecto de vida que va funcionando y a partir de ahí intentarlo, ayer leí una frase muy buena en “La educación importa” y Mar Romera dijo un frase para provocar “ Yo no quiero que mi hija sea feliz”. Y dices, ostras cómo dices eso, y luego lo explicó, decía yo quiero que mi hija sepa gestionar las emociones, quiero que mi hija cuando la maltraten sepa sacar la rabia sin hacer daño a nadie, que cuando esté triste sepa que puede llorar y que cuando necesita ayuda que sepa pedirla entonces. Yo en este estado de pandemia he estado muy bien y he perdido dos seres queridos y, claro que he llorado, y he estado triste pero la sensación es de paz.

Nosotros como educadores con más motivo, tenemos que intentar que los niños estén felices, vamos a ir con humor, vamos a entrar en la clase con alegría y cuando tengamos dolor vamos a compartirlo a sanarlo.

Han sacado un libro que se llama “Las cicatrices no duelen” que viene a decir que las cicatrices no duelen pero las heridas sí y que no podemos taparlas tampoco las emocionales porque la herida tiene que sangrar, hay que curarla para que cicatrice y luego la cicatriz no va doler.

Yo creo que tenemos que ir con alegría porque hay pocas razones para ser infeliz: la pérdida de un ser querido, que tengas una enfermedad muy grave  tuya o de un ser querido, y poco más… o si eres muy mayor y no puedes alimentar a tu familia, pero con las demás cosas, podemos ser felices.

  • ¿Qué te aporta a ti desarrollar este tipo de actividades (formaciones, charlas…) con padres, docentes, etc?

A mí me aporta mucho. Primero las preparo con mucha ilusión, una vez aprendí que detrás de cada minuto de preparación hay 10 horas de preparación y yo las echo, lo preparo y lo paso muy bien preparándolas porque digo “les va encantar”, yo igual que pretendo convertirme en el maestro que yo no tuve, o en maestro que yo quiero para mis hijos, cuando doy una conferencia quiero que la gente se vaya con un poco de subidón y le sirva para algo lo que ha escuchado.

A mí me aporta mucho porque luego la gente suele ser generosa y da mucho feedback, recuerdo en una Escuela de verano que hice hace un par de años en Ávila y una de las personas me decía “Jo, que bonito fue que me permitiste llorar y encontrar en tus ojos compasivos un abrazo” eso para mí es un regalazo, o cuándo hay padres a los que le das pautas para mejorar la relación con sus hijos, ahora me estoy dedicando al coaching educativo  y su vida familiar cambia.

Al  hilo de lo de la preparación, mi hijo está estudiando para maestro y el otro día dimos una clase a medias con lo de las clases macarras y entonces ha sido muy bonito, porque yo antes de una conferencia me pongo nervioso y le decía a él pero, ¿no estás nervioso? Y me decía papá, cómo voy a estar nervioso si lo he preparado 10 veces sé de memoria lo que voy a decir, el preparar te da una seguridad.

bottom of page